jueves, febrero 21, 2008

RESPIRANDO EL SABER

A veces tengo la impresión de estar inmerso en alguno de los diferentes capítulos desde los que interpreto la vida. En éste capítulo reflexiono sobre las dudas de acercarme a la ciencia como mecanismo para descubrirme a mí, y más concretamente en la conveniencia de hacerlo. Sí, en mi mundo interior hay tertulia, así que me evado de la realidad externa, y me sumerjo en la virtualidad (o realidad paralela) de mis pensamientos. No, no se trata de un debate orientado a determinar una postura y quedarme tan ancho, sino de profundizar en las consecuencias emocionales que provoca el saber, para intentar determinar la medida en que me afectan como ser humano. Así podré descubrir si me compensa más el conocimiento o la ignorancia, aunque presiento que la respuesta está en la personalidad de cada individuo.

Uno de los ejemplos más subrayados durante este capítulo que me ocupa es el siguiente; Si desconociera que la vida culmina en el episodio de la muerte, nunca hubiera tenido pesadillas, ni me hubiera atormentado la idea de morir, de tal forma que la propia ignorancia me protegería de padecer y sufrir mi destino. Si embargo, la conciencia de un capítulo final titulado muerte me produce en ocasiones un profundo estado de desolación, desesperanza y vacío. A partir de esta sencilla reflexión las posibilidades se enmarcan en un universo exponencial.
¿Hasta donde quiero conocerme? ¿Encontraré la respuesta?

No hay comentarios: